"NO QUIERO TU CARIÑO, QUIERO TU AMOR..."
Cada día aprendemos un poco más, conocemos a las
personas y el mundo que nos rodea, interactuamos con la
naturaleza, con las personas y así vamos aprendiendo de
nosotros mismos, y aprendemos que en la vida hay
diferencias muy notables, diferencias en la forma de pensar,
de amar y hasta el estilo de vida tienen sus diferencias.
Oí decir a una persona no quiero tu cariño quiero tu amor,
y me quede reflexionando sobre esto y caramba de verdad
que el cariño no se puede comparar con el amor, cuando
decidimos amar a alguien lo hacemos con todo el corazón
y la mente, lo aceptamos tal como es y es un reto para
nosotros, el cariño es un sentimiento más tranquilo, le
podemos tomar cariño a un amigo, a un animal, hasta
hay personas que le toman cariño a su vivienda, a su
automóvil, moto etc., etc. Pero el cariño se da también
en grupos de trabajo, de estudios, pero cuando estamos
con una persona queremos su amor, su pasión, su respeto,
comprensión, su compañía, compartiendo el todo y el nada
pero con amor. Ningún ser cuando da amor quiere recibir
cariño, quiere recibir a la misma medida amor, es muy
triste oír decir a una persona que tu amas, yo te tengo
bastante cariño, porque si estas en una relación de pareja
quiere dar y recibir amor a la misma medida, por otra parte
te pones a meditar, yo he amado, he aceptado a ese ser
con lo bueno y lo malo bajo mi propio riesgo, pero cariño
no es la base de una relación de pareja, puede ser que sea
un refuerzo del amor, pero el cariño es un sentimiento que
puedes sentir por un amigo pero no quieres vivir con él o
acostarte con el porqué solo le tienes cariño, cariño a un vehículo
que nos regalo nuestro padres o lo compre con mucho esfuerzo.
Así que me di cuenta que esa persona tenía razón el amor
es un sentimiento avasallador, apasionado, por el cual muchas
personas han dado su vida por él, piensa bien cuando utilices
ese sentimiento porque cuando amamos alquien queremos es
amor no cariño, el cariño lo dejamos a las amistades,
a los amigos a nuestras profesión, a la vida.
ELANGELUS. MONICA ZERPA