No porfíes. No rememores que no se olvida el olvido ni su embriaguez: lo que ha sido, es y será. Sinsabores, dramas discretos y amores sin nombre, van a la quema final, como un torpe emblema de eternidad. No perdura más que el goce y la textura de un instante: ése es mi lema.
S. Sarduy
|