Si toda la sal que hay en el mar se extendiera uniformemente sobre la tierra seca, formaría una capa de más de 150 metros [500 pies] de espesor, ¡una altura de 45 pisos! ¿De dónde sale tanta sal? La pregunta es válida, sobre todo si pensamos en tanta agua dulce que arroyos y ríos vacían en los océanos. Los científicos han identificado varias fuentes.
Una es el suelo que pisamos. El agua de lluvia se filtra por la tierra y las rocas y va disolviendo pequeñas cantidades de minerales, entre ellos las sales y sus componentes. Luego, estos son transportados al mar por los arroyos y los ríos. Claro que en el agua dulce hay tan poca sal que nuestro paladar no la percibe.