Meditación breve
El secreto de la felicidad no está
en obtener lo que anhelamos, sino
en amar lo que tenemos.
No en lo que pedimos a la vida
, sino en lo que ésta nos otorga.
Es la dicha escondida de agradecer
al mundo todo lo simple y lo
maravilloso que éste nos ha dado.
Reconocer lo grande y lo pequeño,
lo fugaz y lo perdurable.
No lo mucho, sino lo esencial.
Te sentirás pobre no por lo poco
que tengas, sino por lo mucho que
esperes y exijas a la vida.
Entre más ambicionamos más
pobres seremos, pues no todas
las cosas fueron hechas para uno.
La riqueza verdadera está en
reconocer y valorar lo poco y lo
dulce que la existencia nos
otorgue. Agradece, por tanto, todos
los instantes de tu vida.
Puedes poseerlo todo con
la sabiduría del corazón.
La riqueza del humano está
en lo que ama. El mayor tesoro
es el que está en nuestro corazón.
La fortuna de tus profundidades
nadie puede robarlas ni comprarlas.
Agradece la dicha de ver un
amanecer, pues un día ya no lo
verás. Da gracias al padre por el
amor que encontraste, pues mañana
ya no lo tendrás. El canto de las aves,
el verdor de los montes, la risa de un
niño, la luz de los ojos amados.
Porque será lo único que te quede
al final de los días.
Conoce la dicha de agradecer
lo bello que te dio el destino.
Carlos Balaguer