Un abogado se muere y se va al cielo, llega y toca la puerta. En eso sale San Pedro y le dice: "¿Tú quien eres?"
"Yo soy abogado y me han mandado al cielo", responde al abogado. "¡No, no! tú no puedes entrar acá."
"¿Pero cómo que no puedo entrar?, ¿tú quien eres para decirme que no puedo entrar?"
"¿Como?... yo soy San pedro, el que decide si entras o no."
"A ver, ¿dónde está tu título que dice que eres San pedro, el único que puede dejar o no entrar al cielo?"
"Un momento," dice San Pedro, y se va corriendo a buscar a Jesús y le cuenta lo que pasa con el abogaddo.
Entonces sale Jesús: "Bueno, hombre, al parecer tú no puedes entrar al cielo porque ya no tenemso espacio, y ya... ya no pues."
"¿Cómo que no hay sitio, tú quién eres para que no me dejes entrar?"
"Yo soy Jesus el hijo de Dios y te digo que ya no puedes entrar al cielo."
"¿Cómo que hijo de Dios? ¿Cuál Dios?, a ver, enseñame tu partida de nacimiento donde dice que eres el hijo de Dios."
Entonces Jesus va a buscar a Dios...
"Papá... allá afuera hay un abogado que quiere entrar al cielo, primero le pidió su título a San Pedro, luego me pidió partida de nacimiento para ver si soy hijo de Dios... ¿qué hago?"
"Ya, ya, ya... déjalo entrar, ¡no vaya ser que me pida partida de matrimonio!"
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