Es un error intentar destruir un orden, con la pretensión de implantar otro mejor. Si no tienes éxito, el enemigo se hará más fuerte, pero si ganas, no serás mejor que él.
Es un error tener enemigos, porque te conviertes también en enemigo. Si de veras quieres que algo cambie, comienza por tu propio cambio. Para cambiar, debes mirar más lejos, percibirás sus virtudes antes que sus defectos.
Si puedes reconocer su sabiduría y grandeza, tendrás una oportunidad de aprender. Cuando aprendes de tu enemigo, estás tendiendo un puente a tu propia sabiduría y grandeza. Entonces, te darás cuenta cuanto te pareces a él; y podrás amarlo.
Sólo amando, tienes deseos de cambiar antes que de destruir.
"Ganar sin luchar;
conservar sin retener;
ser sin simular;
asegurar sin sofocar.
SING LU