En concreto, se han detectado dos manchas en el mar con un fuerte olor a azufre y peces muertos, primeros signos directos de erupción magmática.
Se trata de un punto a dos millas y 750 metros de profundidad y otro a 1,5 millas y 500 metros al sureste de La Restinga. Las manchas se detectaron cuando la embarcación se encontraba recogiendo muestras para los científicos.