ETA anunció ayer su adiós a las armas a través de un comunicado, escrito y en vídeo remitido al diario Gara. La organización terrorista comunicó que ha tomado esta decisión histórica y añade su "compromiso claro, firme y definitivo" de "superar la confrontación armada".
Los tres encapuchados que comparecen en nombre de la organización terrorista hacen un llamamiento a los Gobiernos de España y Francia "para abrir un proceso de diálogo directo" destinado a solucionar "las consecuencias del conflicto".
El comunicado prosigue asegurando que "estamos ante una oportunidad histórica para dar una solución justa y democrática al secular conflicto político. Frente a la violencia y la represión, el diálogo y el acuerdo deben caracterizar el nuevo ciclo. El reconocimiento de Euskal Herria y el respeto a la voluntad popular deben prevalecer sobre la imposición. Ese es el deseo de la mayoría de la ciudadanía vasca", asegura.
Fuentes cercanas al Ministerio del Interior han filtrado la noticia de que se podría barajar la posibilidad de darse un plazo de 6 meses para dialogar sobre: presos, refugiados con delitos pendientes y militantes en activo.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha comparecido en Moncloa para valorar el comunicado: "La nuestra será una democracia sin terrorismo pero no sin memoria", ha señalado.
Por su parte, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha asegurado "acoger con satisfacción" la noticia del abandono de las armas de ETA, pero que "los españoles no vivirán tranquilos hasta que se conozca la noticia la disolución de la banda".
Además de otras reacciones políticas felicitándose por el comunicado -caso del PNV y de CiU- las asociaciones de víctimas no creen que el paso dado por ETA sea "el final". Deseaban que la banda anunciara su disolución sin condiciones y la entrega de armas.