Maneja tu barco. Coge con tus manos el timón de tu vida. Empieza a moldear tu alegría, tus ganas de vivir, no olvides que los ríos aún mueren en el mar. Que la sonrisa de un niño vislumbra la palabra paz. Alégrate de existir. Observa el universo, las montañas los secretos. Aspira el aire fresco de la montaña sin tiempo. Sueña, cada día sueña con el viento a tu favor, y si piensas que el amor, no hace parte de tu viaje…
Mira en los ojos de Dios, aprenderás con tu sol a calentar tu interior. No vivas en el pasado, deja aquél recuerdo malvado, sepultado para siempre. Cultiva tu autoestima, quiérete, acéptate tal como eres. Recuerda que tu madre te concibió para ser feliz. Piensa en los nueve meses, cuando ella acunó tu alma, dándote calor y calma, abrigándote en su vientre del frío y de la muerte. Si miras el ancho mar, aprenderás a soñar, entenderás que la vida es tan solo poesía y no una porquería como crees muchas veces.
Teje en tu camino, esperanzas e ilusiones, sueña con este planeta que te regala las flores. Echa a flote tus encantos, aprenderás que el amor, es tan libre como el viento, alimenta tu interior. Ama siempre a tu familia son lo más bello y mejor, a pesar de las perfidias, en ellos encuentras amor. Mira este cielo oscuro, pero mira más allá, aprenderás que las cosas, no son
como deben estar.
Ama mucho a los ancianos, no los vayas a olvidar, recuerda que son muy sabios, te enseñan a razonar. Si aún te sientes perdido, reflexiona, por favor, mira que el mundo es un sol, este planeta de Dios. Vive, sueña, edifica hoy tu historia personal, ella te enseñará a revelar tu silencio más allá de los secretos.
Vive, sueña, la vida es genial como lo eres tú
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