Bendito eres, por darme tu luz y enseñarme el camino
que conduce hacia Jesús.
Que nunca en mi vida me falte tu amor,
que tu inspiración siempre baje de los cielos
y que tu paz amanse mi esmero.
Que cada una de mis poesías sean bendiciones para ti
y para todo aquel que la lea sepan que siempre estarás aquí.