Abre tus brazos...
Debemos entregar y sentir amor,
pero también gozar del cariño de los demás;
por lo tanto, no te alejes de las personas
que te quieren ni levantes un muro entre ti y el mundo,
deja que te expresen su afecto
y te sentirás arropad@ por los lazos del amor.
Aprende a dejarte querer.
A menudo pensamos que nadie nos quiere,
pero a veces no dejamos que nos lo manifiesten.
Un buen ejercicio para aprender
a recibir las muestras de cariño
consiste en situarte frente al espejo
y repetir en voz alta cuanto te quieres.
Solicita ayuda.
Todos precisamos ayuda
en algunos momentos de nuestra vida,
pero que la recibamos depende sólo de nosotros,
pues en nuestra mano está pedirla.
No te avergüences por necesitar ayuda,
y mucho menos por reclamarla,
porque dando este paso demuestras
que sabes cuáles son tus problemas
y cómo puedes solucionarlos.