El término chocolate proviene de la palabra azteca “xocolatl” que significa "alimento de los dioses” por sus efectos calmantes sobre el organismo. El chocolate contiene unas sustancias llamadas flavonoides que ayudan a mantener el corazón sano y facilitar una buena circulación sanguínea y favorece el intercambio de serotonina en el cerebro, que alivia la depresión y el dolor del abandono amoroso, según ciertos expertos el chocolate alivia los males de amores.
Hoy para mí no fue tanta sorpresa, tuve un deseo incontrolable de comer chocolate. Mientras recorría el autoservicio al ir de compras por un encargo de mi madre, en la fila de pago no pude controlar el deseo de tomar una barra de chocolate y los minutos de repente pasaban lentamente para poder saborear la tan deseada golosina.
A un lado clases de spinning -mañana nos veremos pensé. Esta bien de vez en cuando dejarse llevar y darse ese pequeño gusto supongo, si es que los científicos afirman tanto que aliviará mí mal de amor.
Bueno comí el chocolate y en efecto me sentí mejor excepto porque terminó demasiado rápido y al llegar a casa ya quería más pero hubo que controlarse. Ningún exceso es bueno.
Pero creo que es como el amor que termina, no hay que ser demasiado golosos y dejar de buscar en el lugar donde no vas a encontrar más, lo tomaste donde existía, lo comiste y se terminó para bien o para mal, supongo que si hablamos del chocolate entonces terminó para bien ya que mi cuerpo no va a agradecer un rollito de grasa en mi cuerpo.
En cuanto al amor supongo que cuando uno se da cuenta que es demasiado aprensiva hacia una persona es cuando decides que ya no vas a luchar más por recuperar un amor que ya no existe. Me resultó llegar a ser frustrante durante las últimas semanas ver como pasé tantas etapas en tan poco tiempo.
Es decir, ¿por qué a veces las personas creemos y queremos algo con alguien y en el momento en que se nos presenta frente a frente terminamos por arruinar todo, exactamente contrario a lo que tenemos en mente? ¿Por qué terminamos por herir a quien más queremos formar una relación especial? ¿Y por qué, siempre buscamos resarcir esos errores, cuando ya se es demasiado tarde?
Al final llega una claridad tremenda de querer estar con esa persona después de haberla tratado mal y como hacerle entender que esta vez no fallarás y te aferras a que “abra los ojos”. Lo que pasó es que sin darte cuenta los dos terminan por aprender una lección de vida, uno sabe lo que no quiere más y otro sabe lo que no volverá a hacer jamás.
Creo que la clave para tener la claridad que buscamos es decir, el saber que es lo que uno quiere es un estado que en lo personal me ha resultado difícil lograr. Es como cuando estas en la línea para subir a una montaña rusa en la feria y ves como las personas que van saliendo ríen y sus rostros muestran alivio. En otros rostros también ves lágrimas y llantos pero al poco tiempo sonríen, a final de cuentas porque terminó y están mejor y tal vez sienten la fuerza suficiente para subirse de nuevo y esta vez disfrutarlo…
Pero mientras tanto uno está en la línea y no sabe que es lo que le espera, solamente lo que alcanzas a ver y te inunda la ansiedad e incertidumbre. Ese alivio que se siente al final de decir tal vez no fue tan malo como creía y creo que lo intentaré de nuevo para disfrutarlo más y más, es algo parecido al amor, uno no puede saber que es lo que le gusta, lo que le satisface, hasta que tiene las suficientes fuerzas para intentarlo por primera vez y después de nuevo tal vez en otra feria o en otra atracción.
El tener la conciencia clara, la voluntad y el corazón fuerte y sobre todo los deseos de formar parte de la vida de otra persona que te atrae física e intelectualmente dejando atrás las inseguridades y miedos de lanzarse es buscar el éxito en el amor.
Todos tenemos defectos siempre, todos hemos tenido malas experiencias y también tenemos miedos a esta edad, estar en los últimos 20s no es fácil sobre todo porque al pasar los años, sientes que algo estás haciendo totalmente mal y ves a tu alrededor a tus amigos y amigas que se casan, que tienen no sólo uno sino dos hijos, crees que algún inmenso y grandioso defecto salta a la vista pero no es así.
En el ámbito nacional, la edad promedio al momento de contraer matrimonio en los hombres fue de 27.8 años por 25 de las mujeres, la edad promedio de los hombres al momento de divorciarse es de 37.6 años y de las mujeres de 34.9 años, que error estamos cometiendo en general y porque es tan grande la presión social sobre la mujer de casarse alrededor de los 25 años si en casi 10 probablemente se estén divorciando precisamente por casarse prematuramente.
En cuanto a las edades de las parejas que se divorciaron, 15.2% tanto el hombre como la mujer tenían la misma edad; en 44.9% el hombre era mayor que la mujer de 1 a 5 años; en cambio, en 15.1% la mujer era mayor que el hombre de 1 a 5 años; aún así creo que no hay una fórmula. No hay una regla.
Las mujeres y hombres debemos casarnos cuando estemos lo suficientemente maduros para aceptar lo que el matrimonio es, dicha madurez puede alcanzarse sin importar a que edad en años, sino en madurez del corazón y mente. Sin embargo, creo que es importante que vivamos ciertas situaciones y momentos antes de lanzarse a formar un matrimonio como debe de ser, en lo cual no voy a ahondar porque creo que cada quien debe por lo menos saber de qué se trata.
El punto es animarse a estropear las cosas antes de dar ese gran paso, no es obligación casarnos con la persona que tengamos a nuestro lado en este preciso momento, pero de igual forma el noviazgo no debe tomarse a la ligera, acepta que tienes defectos y virtudes y nunca las escondas.
No te aferres tampoco a una persona que probablemente ya descubrió antes que tú, que no eras la persona indicada para él o ella. Aprende de esta persona y haz lo mismo para ti, continua con tu vida y sobre todo siempre trata de no cometer los mismos errores, estar soltero y estar al borde de los 30 nos hace más conscientes de lo que buscamos en una pareja de toda la vida…
No hay presiones, disfruta a tu persona, haz las paces contigo mismo nadie más te debe caer mejor que tú. Vete en el espejo y sonríe que esa sonrisa te acercará cada día más a tu pareja ideal. No importa a que edad la encuentres, sabes que está por ahí pero sobre todo nunca dejes de creer en el amor, en los encuentros casuales y en el romanticismo.
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