Llegó la navidad, en esta noche mujer, busca en un rincón de tu existencia la paz, deja volar el amor hacia ti, hacia tu familia, hacia tus hijos y con anhelos renovados, mira a través de la transparencia de los ojos del SALVADOR DEL MUNDO, la humildad para aceptar lo que siente tu corazón, acepta esa paz que tu corazón tanto desea, esa paz que llega hacia ti con el nacimiento del niño Jesús.
Recuerda que fuimos puestas en esta tierra para disfrutar de las cosas hermosas que se nos dan a cada momento, a cada paso, la felicidad, mis amigas, está en cada una de nosotras, dejemos que aflore, dejemos que el manto de la serenidad cubra nuestro corazón, para transmitir el amor infinito de Dios a los que amamos. Escala la montaña de tu alma herida, pon en las manos del hijo de Dios tus penas y despierta de tu letargo con las notas musicales de “noche de paz, noche de amor”.
Amigas de Toda Mujer es Bella, llegue de corazón para todas ustedes, un pedacito de mi alma llena de luces y de sombras, para desearles que esta navidad, cuando el reloj nos anuncie una vez más que ha llegado el hijo unigénito de DIOS, nos encuentre con un corazón donde no habita el miedo, ni el odio, ni nada que opaque los ojos de nuestro espíritu.
Que nuestras palabras encuentren eco en el amor, en la hermandad, en la paz y la serenidad de tu cálido corazón rebosante siempre de armonía, tolerancia, perdón y paz.
¡ARRIBA CORAZONES! Las abrazo en nombre del amor infinito de Dios
La Navidad es la fecha que más anhelamos que llegue a nuestras vidas, significa la reunión de familias, de padres e hijos, de hermanos, parientes y amigos.
Época de reflexión... de darnos cuenta de nuestros aciertos y desaciertos, sueños logrados, fe y esperanza, los villancicos y música navideña, que tocan las fibras más sensibles de nuestra alma, haciéndonos vibrar de emoción.
Es la época de recordar que todos somos hermanos.
Aprovecha esta Navidad para perdonar a quienes te hirieron, y comienza el año con tu corazón lleno de amor.
Comparte tu alegría y tu cena con quién se encuentre solo, que no tenga familia, o que se encuentre triste. El invitado puede representar la figura de Jesús.
Y así podremos recibir la bendición de un Nuevo Año.
Ojala pudiesemos meter el espiritud de navidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año.
Para los buenos momentos, gratitud. Para los malos, mucha esperanza. Para cada día, una ilusión. Y siempre, siempre, felicidad. Esto es lo que te deseo para el 2012