Mascarillas caseras (cabello). Consejos de belleza (1/2)
Todos sufrimos de una u otra manera por nuestro cabello. Que sí lo tenemos muy débil, seco y quebradizo; que si no tiene volumen; que es muy poco o por el contrario, demasiado y no lo podemos cepillar bien; que si teñido o laceado con la plancha. En realidad tenemos muchos motivos para “coger lucha” con nuestro cabello. Este, junto al rostro, constituye nuestra mejor carta de presentación al mundo y debe estar lo mejor posible.
El cabello constituye el marco ideal para nuestras facciones. Las acusa, haciéndolas más atractivas a la mirada del que nos ve. Puede hacernos lucir mayores e igualmente “quitarnos” varios años de encima. Todo depende de su color, forma, volumen, largo y de cómo lo llevemos. Por esto debemos prestarle cuidados especiales.
Existen varios elementos que pueden resultar antiestéticos a la vista y al tacto. Las llamadas horquetillas o puntas florecidas o abiertas son uno de ellos. Estas son más propensas en el pelo seco y frágil, pero pueden aparecer también en otros tipos de cabello. Su fragilidad es otro elemento a preocupar. El cabello quebradizo, muchas veces ocasionado por el uso de la plancha o como resultado de tintes sucesivos (en especial cuando estos están dentro de los rubios o rojos) y asimismo por las iluminaciones o mechas para darles un mejor aspecto, nos da pavor. La caspa es otro mal que a todas nos llena de aprehensión e igualmente su caída y la ralentización de su crecimiento. En este capítulo serán puestas a consideración de ustedes varias recetas totalmente naturales para su cuidado, recetas que usaban nuestras abuelas y que aún siguen siendo ciento por ciento vigentes en la actualidad.
Empecemos por nuestro primer miedo: las puntas florecidas. Tengamos cabellos grasos, normales o secos enloquecemos cuando notamos algunas las puntas de nuestros cabellos abiertas y entonces empieza la locura. Algunas acudimos rápidamente al estilista para eliminarlas, pero ¿qué hacer sí estamos dejando crecer nuestro pelo? Entonces lo mejor es usar la manzanilla como remedio para que las puntas recuperen su salud.
Hierve un manojo de manzanilla en una taza con agua para que se concentren mejor sus propiedades. Aplica con un algodón en las puntas y envuelve en una toalla. Después puedes lavar tu cabello o simplemente dejarlo impregnado de esta solución. Es incoloro e inodoro, así que no te causará ningún daño. De la misma forma puedes hacerlo en la noche y lavarlo en la mañana.
Si además de esto, tus puntas son quebradizas, el aceite de almendras te ayudará a fortalecerlas. Empapa un algodón en él y aplícalo en tus puntas, pero esta vez envuelve en un nylon para una mejor absorción. Deja actuar por veinte minutos y lávalo.