¿ERES UN BUSCADOR?
En el mágico juego de la vida, la Tierra es una escuela. Las enseñanzas son vivenciales y personalizadas. Sé que vine a aprender. Vine a evolucionar. Estoy de paso. Y me iré como llegué, solo. Nadie sabe cuánto tiempo permanecerá. Lo único seguro es que todos partiremos con rumbo desconocido. Esta situación a algunos los paraliza. A otros, los desconcierta. A mí, en cambio, me moviliza.
Siento la necesidad imperiosa de saber quién soy, así como de conocer mi misión en este plano. Mi vida se ha convertido en una búsqueda constante. Si me preguntan a qué me dedico, respondo: SOY UN BUSCADOR.
Esa definición tal vez no esté bien vista por la maquinaria social, que instintivamente etiqueta, clasifica y busca seguridad y orden, para poder uniformar y nivelar hacia abajo… de manera que el espíritu no vuele y el corazón se asfixie.
La apertura de conciencia en la era actual es lo más parecido a pretender sacar patente de loco. Todo parece conspirar para que el alma quede presa de un cuerpo inconsciente, atado a instintos primarios que no dejan lugar para planteos vitales.
Minuto a minuto, los medios de comunicación denuncian que el mundo se cae a pedazos. La naturaleza llora y se retuerce de dolor, pero el hombre permanece indiferente. Pareciera que gran parte de la humanidad no está dispuesta a cambiar. No quiere que se la despierte. Está dormida. ¿Qué hace un buscador en medio de tanto despilfarro de mediocridad e indiferencia? Simplemente, sobrevive.
Las historias a veces ayudan a modo de inspiración. La que comenzarán a leer en unos instantes quizá sea útil no tanto por lo extraordinario que revela, sino porque tocará muchos puntos con los que, posiblemente, se identificarán quienes estén atravesando por un proceso de búsqueda espiritual.
Quien sea que esté leyendo estás líneas es sin dudas un buscador. En el más triste de los casos estará buscando una crítica destructiva, de todos modos… busca.
Abundan definiciones sobre lo que implica ser un buscador. Desde mi óptica limitada, un buscador es aquel que, movido por la insatisfacción y la duda, comienza a peregrinar con el propósito de saber.
Julio Pagano