Un chiste popular que no estamos seguros será entendido en todos los países dice:
Era una persona tan pero tan negativa, que un día se desmayo y cuando recobro el conocimiento podríamos decir que en lugar de volver en si, volvió en no.
Hay una creencia controversial entre algunas personas de Turquía y probablemente de otros países del medio oriente: Se cree que si se espera lo positivo, lo contrario sucederá, por lo tanto hay que analizar lo negativo primero.
Esto es contrario a las creencias del Zen que dicen que lo que esperas recibes. .
Cuesta tanto ser negativo como ser positivo pero las personas positivas según estudios son más felices y sanas que las personas negativas.
No hay razón alguna para ser negativos, entre más positivos mas felices.
Algunos estudios muestran que las personas negativas podrían tener un gene que las hace más susceptibles a la depresión y otras condiciones mentales.
No importa si se tiene este gene o no. Para ser positivo solo hay que querer serlo y después se convierte en un habito.
Algunas recomendaciones para practicar la fuerza del positivismo:
Antes de acostarte piensa en 5 actividades placenteras que hiciste durante el día.
Al levantarte piensa en algo positivo, una mañana bonita, el canto de los pájaros, llamaras a alguien especial, te veras bonita, estas sana etc.
Desarrolla el habito de concentrarte primero 1 minuto al día hasta llegar a 3 minutos en algo que en realidad te relaje. Imagínate que estas caminando
en un lugar encantador, un atardecer o amanecer, la foresta, el mar etc.
Imagínate como sopla la brisa, el sol acariciando tu piel, las sensaciones en tus pies etc.
Cuando te lleguen situaciones realmente estresantes antes que todo respira profundo
y recuerda este lugar.
Sonríe, aunque no lo sientas, aunque sea una sonrisa falsa. La sonrisa relaja y nos ayuda a sentirnos bien. Después de unas pocas sonrisas falsas ya no tendrás necesidad de fingirlas, te saldrán del corazón.
Sonríele a la persona que camina frente a ti, a tus amigas y a quien tengas oportunidad.
Habla positivo.
Pocas personas en realidad quieren saber como estamos.
No andes contando problemas a diestra y siniestra. Habla positivamente,
haz sentirse importante a tu interlocutor y dale a esa persona la importancia que tiene.
No te conviertas en doña Dolores, a nadie le gusta estar cerca de personas que se quejan por todo.
Lee libros positivos, mira programas de chistes, escucha música que te inspire y rodéate de personas positivas.