Ciertamente creo que la felicidad se compone de muchas pequeñas cosas, cosas cotidianas, que por ser recurrentes muchas veces no apreciamos, cosas como los destellos de luz de los amaneceres, que dibujan en el cielo una paleta de colores increible, las formas sinuosas de las nubes, el canto sonoro de las mañanas, ese olorcito a cafe nuevo, la seguridad de sentirnos en nuestro territorio que nos reconforta y nos abriga, como la mano que se extiende de los que nos quieren sin importar lo que tenemos sino lo que valemos como personas. Ciertamente cada dia me convenzo mas que la felicidad de compone de pequeñas cosas. Y asi, sin darnos cuenta la vida nos hace guiños todo el tiempo esperando la reaccion casi involuntaria nuestra, sonriendole a la belleza de una rosa o aceptando ser despeinados por la brisa, o sintiendonos reflejados en unos ojos negros y acuosos o dejandonos llevar por una rima, o sentir como la musica se apodera la nuestros sentidos y nos calma, y nos llena. Y cada cosa que me rodea encierra en si misma, la sencilles de las pequeñas cosas, esas pequeñas grandes cosas que le dan sentido y brillo a cada dia