Quise dibujar el mundo con pinceles de colores, dibujé la raza humana, con sus rasgos, sus facciones, pero no pude pintar, el amor en sus corazones.
Pinté sierras, sus paisajes, color ocre, bella estampa, verdes valles, y sus nevadas montañas, pero no pude pintar su firmeza, su templanza.
Pinté después a las aves, con variados coloridos, con sus alas desplegadas, al volar de rama en rama, pero no pude pintar, el sonido de sus trinos.
Pinté la flora silvestre, el agua de los arroyos, sus barrancos, las flores y sus colores, pero no pude pintar, su fragancia, sus olores.
Con azules yo pinté las aguas de algún lugar, maravillas de cascadas que me invitan a soñar, pero no pude pintar el sonido de las aguas que brotan del manantial.
Seguí pintando los mares, con sus playas amarillas, la bravura de sus aguas, las gaviotas en la orilla, pero no pude pintar, el sonido de las olas, ni a las gaviotas gorjear
Quise plasmar sobre un lienzo, con pinceles de colores, la sonrisa de los niños y a los pájaros cantores. Después de tanto probar, encontré un mundo feliz, en él había muchos niños, no cesaban de reír.
Se acabó el hambre en el mundo, ya no hay guerras, todo es calma y libertad, tomando un copo de nieve me puse a pintar la paz.
Quise dibujar el mundo con pinceles de colores, dibujé la raza humana, con sus rasgos, sus facciones, pero no pude pintar, el amor en sus corazones.
Pinté sierras, sus paisajes, color ocre, bella estampa, verdes valles, y sus nevadas montañas, pero no pude pintar su firmeza, su templanza.
Pinté después a las aves, con variados coloridos, con sus alas desplegadas, al volar de rama en rama, pero no pude pintar, el sonido de sus trinos.
Pinté la flora silvestre, el agua de los arroyos, sus barrancos, las flores y sus colores, pero no pude pintar, su fragancia, sus olores.
Con azules yo pinté las aguas de algún lugar, maravillas de cascadas que me invitan a soñar, pero no pude pintar el sonido de las aguas que brotan del manantial.
Seguí pintando los mares, con sus playas amarillas, la bravura de sus aguas, las gaviotas en la orilla, pero no pude pintar, el sonido de las olas, ni a las gaviotas gorjear
Quise plasmar sobre un lienzo, con pinceles de colores, la sonrisa de los niños y a los pájaros cantores. Después de tanto probar, encontré un mundo feliz, en él había muchos niños, no cesaban de reír.
Se acabó el hambre en el mundo, ya no hay guerras, todo es calma y libertad, tomando un copo de nieve me puse a pintar la paz.