LA MUERTE LENTA
CASIBRUJA
A veces,yo me preguntaba el porqué de una existencia tan chata, tan mediocre... Aunque en el fondo de mi corazón siempre lo supe, jamás me arriesgué a asumirlo. Una infancia muy triste, pero una adolescencia soñada. Nunca fui alguien que se destacara por su belleza, pero había algo , que mis amigos reconocían como "fortaleza"... (por supuesto, no era así), esa fortaleza, era mi forma de escudarme del daño que siempre cargué en mi vida. Un día, alguien me dijo: VOS SUFRISTE MUCHO EN TU INFANCIA, POR ESO SOS INMADURA..., CUANDO SALGA EN VOS LA NENA QUE FUISTE, ABRAZALA, MIMALA...
Habría que agregar un capítulo aparte para hablar del Teatro Colón, al cual en un principio me negué a asistir con todas mis fuerzas, y nunca supe en qué momento, pasó a ser lo mejor de mi vida.
Vivía para bailar y bailaba para vivir; en donde estuviera, me descubría moviendo las piernas, mis brazos, BAILANDO: viviendo. La inmaduréz, el miedo al fracaso, la irrefutable convicción de sentirme diferente al resto de mis amigos, a quienes yo amaba y defendía a morir ante cualquiera que denigrara sus pocas ambiciones..., su color de piel, lo que sea que marcara cualquier diferencia entre ellos y yo.
Así que cada día, solita me encargaba de acortar distancias entre nosotros...Distancias que sólo los demás veían...
Era una buena chica... no hacía nada que lastimara a nadie. Estudiaba, Iba al Colón, salía del Teatro y seguía bailando en el estudio de Olga Ferri: (una de las mejores bailarinas que tuvo la Danza Argentina).
¡Y resulté ser buena!!!... Era un desastre cuando empecé, y a medida que pasaba el tiempo, no dejaba de mejorar... en segundo año, me tocó Rada Eichenbauns (una bruja malvada, que era una maestra increíble)... ahí quise dejar el teatro... recuerdo cómo me pedía ella que no lo hiciera. (cosa que mis compañeras no entendían los motivos), ni yo tampoco... Yo me sentía un cisne
"descuajeringado", pero parece que había empezado a mejorar mi plumaje....
Bueno, hay mucho para decir sobre la danza... mucho para decir sobre lo que sufrí al dejarla...
Pero lo hice.Pasaron muchos años, tantos que ni sé que hice de mi mísma en ese tiempo, en que la vida "me comió"...
Eso es lo que siento hoy por hoy. No puedo explicarlo de otra manera...quizá si intentara, la pondría peor (o mejor al ponerlo en palabras). No sé.
Hablo de una adolescencia "soñada"; y no dudo que en esos años fue exactamente eso para mí. Hoy, a lo lejos, cambiaría muchas cosas que yo misma decidí, que tuve en mis manos y elegí de ese modo.
Hablo de una edad en la que suelen decidir los padres y uno no existe a la hora de tomar desiciones. En mi caso fue diferente. Nadie tenía la última palabra con respecto a mi futuro. Sólo yo. Y así me iba.
Supongo que mi madre cargaba con muchas culpas como para imponerse y obligarme a luchar por conseguirme un lugar privilegiado. Y mi padre no tenía presencia en mi vida, es más, recuerdo que era alguien a quien yo en ese momento veía como "la persona que quería alejarme de todo lo que yo amaba"...
Pasó el tiempo, con cada determinación, me alejaba un poco más de lo considerado "normal"...
Cada paso mío, era como el de un cangrejo a la vista de los demás.
Del Colón pasé poco a poco al esoterismo... del colegio, pasé a ser una "callejera" que escuchaba
rock de la mañana a la noche, marginada por los símbolos del momento (la lengua de los stones, el disco "quemar" de deep purple, que sugería que quien lo escuchaba era un drogadicto, etc)...
Vestía túnicas desteñidas, jeans rotosos, remeras de mis íconos (cuanto más rebeldes, mejor)....
Así se fue dando mi estrepitosa caída.
Me vi casada a los 16 años, separada a los 16 y 2 meses, y madre soltera a los 19 años...
Sóla, sóla, sóla...
A los 27 conocí a Carlos (padre de mis dos hijos varones)
Para poder vivir se necesitan razones, y , no las encontraba, ni aún en mis hijos. Busqué el amor perfecto, nunca lo conocí , busqué ser una buena hija... tampoco lo logré, busqué ser buena madre, imposible. Tenía como mochila, una enorme carga de lo que había mamado en mi vida. Siempre quise ser distinta, pero terminé con mis sueños, pensando que de esa manera, le hacía mal a los que me habían herido; tarde me di cuenta, que sólo logré hacerme mal a mí misma. Me dejé estar, no quería gustarle a nadie... eso era un peligro para esa vida opaca pero tranquila... Yo, no me reconozco cuando pienso en todos los ideales, en los deseos, en una vida que valga la pena ser vivida. Ya no tenía edad para volver atrás...
¿NO ES ASÍ LA MUERTE LENTA? quisiera cambiar, de a poco, pero ya no me da la edad, imposible volver atrás... Quedaron casi en el olvido el CHE GUEVARA, LA JUSTICIA Y TAMBIÉN LAS GANAS. también quedo atrás el sentirme segura como mujer... Y RENUNCIÉEEEEEE!.
(DE MI AUTORÍA)
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