Caridad no es tan solo la moneda
que cae en mano que pide suplicante,
caridad es tal vez una palabra
o un silencio elocuente.
Es un gesto, un beso, una mirada
una flor desprendida de mano perfumada
que estrecha dulcemente la diestra
del doliente, que su tristeza arrastra.
Caridad es bálsamo que llega
cicatrizando heridas
de un alma lacerada
de un alma que azota la desgacia.
Caridad es también la frase amable
que estimula y alienta al descreído,
la mano que se estrecha al desdichado
la mano que se tiende al ser caído.
Rosa Fuente