¿Sabes qué apariencia tienen las oportunidades? Las verdaderas oportunidades suelen verse como una enorme cantidad de trabajo continuo y duro. ¿Sabes dónde buscar oportunidades? Lo más probable es que las encuentres en los problemas, las frustraciones y los desafíos de los cuales la mayoría de las personas se quejan más amargamente.
¿Sabes qué hacer con las oportunidades una vez que las encuentras? Lo mejor que puedes hacer es asumir plena responsabilidad por transformarlas en algo de verdadero valor. ¿Cómo hacerlo? Con un compromiso inconmovible, una actitud positiva, la voluntad de llevar a cabo todo lo que sea necesario, y la perseverancia para continuar hasta que quede terminado.
¿Comprendes qué cosas no son una oportunidad? No son ofrecimientos gratis, ni tampoco un golpe de suerte, ni una invitación de obtener algo a cambio de nada. ¿Quieres sacarle el máximo provecho a una gran oportunidad? Entonces ocúpate y pon en juego todo lo que tengas para hacer que suceda, porque si lo haces lo conseguirás
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