Tranquilízate para meditar
"¿Queréis meditar? Primero, tranquilizaros. No intentéis
concentraros hasta que no hayáis restablecido la calma en
vosotros, de lo contrario, entraréis en conflicto con las
células de vuestro cerebro que no harán correctamente su
trabajo. Como todo lo que existe, el cerebro posee una inercia
natural y no podéis comunicarle inmediatamente el movimiento
que deseáis. Nunca olvidéis que las células de vuestro
organismo, y por lo tanto de vuestro cerebro, son criaturas vivas
que no debéis forzar ni violentar.
Cuando os sintáis distendidos, tranquilos, podréis empezar a
movilizar vuestras células en la dirección que habéis
escogido. Pero incluso entonces, es necesario aprender cómo
hacerlo. Cuando ponéis en marcha el motor de vuestro coche, no
lo ponéis de inmediato a más de 100 Km. la hora. Pues bien, con
vuestro cerebro debéis proceder también por etapas sucesivas,
hasta el momento en el que sentís que mentalmente tenéis la
situación suficientemente dominada para poder concentraros sobre
el tema elegido. Entonces sentís que todas vuestras células
colaboran en vuestro trabajo. Les habéis dado una orientación
tan buena, que vuestro pensamiento continúa naturalmente en esta
dirección. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov