Islas Galápagos, Ecuador
Pelicano a punto de sumergirse para pescar alimento
El lejano mundo
Nadie ha insinuado nunca que las islas Galápagos sean un paraíso tropical. Cuesta imaginar un pedazo de tierra más desamparado. Darwin la llamo «los jardines del infierno». En estas islas volcánicas, las más jóvenes aún están emergiendo del mar. Las más antiguas están suavemente desgastadas, en contraste con las islas más recientes y abruptas. Incluso la palmera cocotera, el emblema supremo del Pacífico, está ausente. Aún así, la gente vuelve de éstas islas hablando de maravillas y encuentros exóticos: el homónimo de las islas (Galápagos significa «tortuga»), la tortuga gigante, que tira de sus 275 kilos por la playa, los leones marinos que te dejan tumbarte junto a sus crías recién nacidas y los halcones de las galápagos que se posan en tu cabeza.
Tortuga de las Galapagos
Las islas, que poseen la cualidad única del aislamiento, fueron declaradas parque nacional en 1959. Las visitas están controladas estrictamente, y un guía, un naturalista licenciado, acompaña a todos los cruceros para hacer cumplir las normas del parque e instruir a los turistas.
Cangrejo se Sally Lightfoot
Las enormes mantas brillan como sombras por debajo del barco, mientras los delfines mulares rompen la superficie del agua a tu lado. En las islas Floreana y Jervis, toma tierra para contemplar a los flamencos que caminan en el lodo rosado y cenagoso. Puedes practicar submarinismo con tiburones martillo en la isla Bartolomé o bucear con pingüinos en Fernandina. Por todas partes pasan como una flecha lagartos de lava, las iguanas se recuestan aletargadas en la orilla de los bloques de lava como restos prehistóricos bañados en tierra, los huevos de las tortugas marinas están incubando y los rabihorcados hembras revolotean en lo alto mientras sus compañeros inflan con orgullo el cuello bermellón. No hace falta estar interesado en la teoría de la evolución para que éstas y las te fascine en, ya que el 90% de los reptiles, el 80 % de las aves de tierra y el 40 % de las plantas son únicos.
Alcatraces de pies azules
El naturalista
Las islas Galápagos son únicas para ofrecer espectaculares encuentros con la naturaleza: a la mayoría de animales y aves no les asustan los humanos. Ésta sea la se exploran mejor en un crucero organizado, que sale de Puerto Ayora, Santa Cruz. Vale la pena añadir unos días para visitar Quito y la ciudad andina de Otavalo.
pajaro Pinzón
El origen de las especies
Cuando el naturalista Charles Darwin visitó las Galápagos en 1835, se percató de que cada una de las trece islas tenía una especie única de pinzón. Darwin postuló que todas procedían de una especie continental, y que el aislamiento había provocado el origen de especies individuales adaptadas a sus entornos únicos. 1859, alteró la idea establecida de la creación con la publicación de su teoría de la evolución en El origen de las especies.
Una bella playa, por algo las llaman las islas encantadas
Nueve días explorando islas
1. Visita la estación de investigación Charles Darwin en Puerto Ayora para ver el programa de cría de tortugas gigantes.
2. Descubre las frondosas tierras altas de Santa Cruz, y estate atento por si ves una tortuga gigante.
3. Sal en barco hacia Española. Comunícate con las iguanas, los leones marinos en las playas de arena y las colonias de albatros y alcatraces de pies azules. En la cercana Floreana, observa a los flamencos y bucea con tortugas marinas y tiburones en la Corona del Diablo. Deja tu correo en el «barril oficina de correos».
Galapagos
4. Camina entre las tierras neblinosas de Isabela y nada con leones marinos y pingüinos en la cueva Tagús. Busca delfines y ballenas en el canal Bolívar. En Fernandina, al fotografías a los cormoranes y camina hacia la cima de un espectacular cráter.
5. Tras un largo recorrido hasta Genovesa (torre), hecha el ancla en la espectacular bahía Darwin para ver pájaros fantásticos y bucear con osos marinos de las Galápagos.
6. La siguiente parada es Bartolomé, para caminar hasta la cima, de Pinnacle Rock y sus vistas panorámicas.
7. Sigue hasta Plaza del Sur para ver la enorme colonia de leones marinos.
8. Bucea en Santa Fe, busca sus iguanas de tierra y los espinosos cactus tigre.
9. Vuelve a Santa Cruz para iniciar el viaje de regreso a casa.
Cueva de lava
Recomendaciones
No te salgas del camino. El ecosistema es delicado y salirse de los senderos pueden causar graves daños.
No toques a los animales, está estrictamente prohibido.
Viaja con barcos pequeños (menos de xx pasajeros es ideal), ya que la experiencia es más íntima.
No te pases si llegas a Quito el primer día, tal vez necesite es un tiempo para adaptarte a los 2.850 metros de altitud.
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