Algunos hombres no quieren alcanzar las mejores porque tienen miedo de caer o herirse, en cambio, toman las manzanas que han caído a tierra y que no presentan retos para ser alcanzadas.
Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si que algo está mal con ellas, cuando en realidad, ellas son grandiosas.
Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquél que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas.