Si hablas, debes aprender a escuchar y mantenerte en silencio.
Si actúas con honestidad debes entender la traición.
Si valoras la inteligencia debes reconocer la mediocridad.
Si caes, debes aprender a levantarte y empezar de nuevo.
Si atesoras como mayor riqueza los sentimientos puros, debes mantenerte fiel a ellos.
Si rechazas la avaricia, si conoces la humildad, si practicas la caridad, si reconoces la valentía, si aceptas al cobarde, sabrás que dentro de tí habitan todos ellos, sólo así podrás distinguir y seguir el mejor camino, y una vez elegido, mantener la constancia y el coraje de seguirlo.