EL AMOR NO DAÑA
Decir que sufrimos por amor, está mal dicho,
es el desamor el que nos provoca sufrimiento y
la carencia de éste la que nos hace susceptibles.
Hay que saber mirar en nuestro entorno y valorar todo
el amor que ya nos rodea, pues, casi siempre erramos
desperdiciando nuestras energías en lo que no tenemos,
adornándolas de fantasías y sin proyectos reales al respecto.
Eso no quita, que a veces, podamos perder el norte
y nuestra conducta sea totalmente impulsiva y apasionada.
(Tampoco hay nada realmente negativo en esto).
Mi amigo Miguel, dijo algo así: “Todos tenemos el derecho
de volvernos locos alguna vez por amor” y añadió:
“Después es posible que nos pase facturas, como el que paga
una hipoteca, pero se termina cancelando y después todo pasa…
pero los buenos recuerdos y las enseñanzas, quedan”
Así empezó una conversación que nos llevó horas
y entre otras cosas, se dijo, que gracias a esas “locuras”
uno se reconoce y sabe cuanto está dispuesto a dar,
cuanto es capaz de perdonar y aprende a ser más considerado
con las “demencias” ajenas, pues sabe, que en cualquier momento,
este impetuoso estado puede volver a repetirse en nosotros….
El amor es mágico, nos hace invencibles, nos creemos mejores,
porque nos hace poner al sol todas nuestras virtudes y valores.
Nos congratulamos de los valores del otro, compartimos
momentos alegres, los tristes los transformamos en alimentos.
Por esto de momento, mi propósito es “volverme loca”
queriendo a todos los que me rodean, pues soy muy afortunada al
estar acompañada por grandes personas que además son mis amigos…