Entre todos mis libros, es éste el que prefiero éste que un día dejé a medio leer lo cerré de repente, lo puse en el librero, y ya lo cubre el polvo del ayer.
Recuerdo que era un libro de una belleza era como si en cada frase floreciera un rosal pero temí de pronto que me desencantara si seguía leyendo hasta el final.
Y ahí está en el librero, donde lo puse un día tal vez un poco triste por lo que no leí, pues recordé, muchacha, que casi fuiste mía, y al guardar aquel libro, pensé en ti...