La Belleza
de la Sabidurìa.
La belleza de las cosas es fugaz.
Intenta llegar hasta la belleza interior
de las personas con las que convives.
Muchas flores bellas y
perfumadas sòlo duran pocas horas.
Sin embargo, aunque feas, las piedras
duran milenios y cumplen sus tareas.
Por lo mismo, no seas superficial.
No prefieras lo pasajero a lo
eterno la belleza a la sabidurìa.
Afiànzate en lo que dura para
siempre en el Espìritu,
nuestro verdadero yo y no
en lo que termina pronto.
Las cosas duraderas, todo
aquèllo que perdura en el tiempo,
principalmente los sentimientos y
los pensamientos, tienen una sòlida
base en su esencia. Esencia que les
permite expresarse con fuerza
y dejar su mensaje grabado
en el espìritu de los demàs.
La belleza en las ideas y en el
espìritu perduran mucho màs que la
belleza del cuerpo. Una es superficial
y temporal. La otra es profunda
y puede ser eterna.
Por eso, debemos cultivar y cuidar
nuestra esencia, ya que es la que
podrà despertar sentimientos duraderos
y relacionarnos con personas bellas en
su interior, para formar una conjunciòn
espiritual que nos eleve màs y màs.
D/A