El camino personal es solitario y es difícil aceptar esa soledad y conseguir que los demás la acepten. Caminar en soledad no es deprimente: es arriesgado.
Por un lado todos tenemos un camino y por otro, nuestros caminos son idénticos como canales de un hormiguero. Somos robots, somos hormigas en un hormiguero de hormigón.
Es parte del deseo colectivo ser original como una estrella de rock, sin comprender que eso conlleva una gran dosis de soledad. Queremos ser unicos, originales, queremos ser estrellas de rock, sin sentirnos raros ni aprender de los fracasos ni tomar ningún riesgo. Y aunque rockstars ya haya por miles.