«Mira, Pablo, cuando yo era un niño como tú lo eres ahora,
mi mamá me mandaba a la tienda que había en la
esquina con 100 pesetas (60 céntimos de euro)
para hacer la compra.
Yo regresaba a casa con
¡cuatro barras de mantequilla,
dos litros de leche, un saco de patatas,
dos quesos,
un paquete de azúcar,
una barra de pan y una docena de huevos!
Y Pablo me ha respondido:
«Abuelo, ¿en tu época no había cámaras de vigilancia?»