MORIR DE AMOR
Hay quien dice que esto no es posible, que no se muere de amor… ¡Que ligereza pensar así! ¡Cuanta tristeza creer que amar es algo discernible! Morir de amor… voy a explicarles lo que es morir de amor: Una agonía. Sentir en lo más hondo al ser amado, soñarle en las noches y en los días. Morir de amor… es saberlo en otros brazos entregándose entero en sus besos tenues, cálidos como el verso que habla de susurros y de abrazos. Morir de amor… es sentir el corazón herido, escapadas aquellas horas de alegrías perdidas en la inquietud de una agonía cuajada de llantos y gemidos. Morir de amor… es no escuchar a los ruiseñores que a mi lado pasan desplegando sus alas y felices van cantando sobre las fuentes y las flores. Morir de amor… es no sentir el viento soplar constante en loco desvarío navegar sobre espumas de lamentos. Morir de amor… es una ola de deseos que crece en mi pecho día a día desgarrando con fuerza el alma mía si pasa un día y otro… y no le veo. Morir de amor… por un suspiro, un aliento; por una suave y rápida caricia y así feliz dormir en la delicia de esos momentos buscados con anhelos. Morir de amor… ¿Qué no es posible? ¿Qué no se muere de amor? ¡Que ligereza pensar así! ¡Cuanta tristeza creer que amar es algo discernible!
d/a
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