En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto,
completo y entero, y sin embargo, la vida cambia siempre.
No hay comienzo ni hay final;
sólo un reciclar constante
de la sustancia y las experiencias.
La vida jamás se atasca, ni se inmoviliza ni se enrancia,
pues cada momento es siempre nuevo y fresco.
Soy uno con el mismo Poder que me ha creado,
y que me ha dado el poder de crear
mis propias circunstancias.
Me regocija el conocimiento de que tengo poder
para usar mi mente tal y como yo lo decida.
Cada momento de la vida es un comienzo nuevo que nos
aparta de lo viejo
y este momento es un nuevo comienzo
para mí, aquí y ahora.
Todo está bien en mi mundo.