Tanto es mi amor, por todos mis amores, que en el jardín de la existencia mía a verlas marchitarse día a día preferí siempre deshojar sus flores.
Cuanto más encendidos sus colores mueran en su triunfante lozanía, más triste que la muerte es la agonía de un amor entre dudas y temores.
Triste fin de un amor, cuando engañoso quiere fingir que a su pesar nos deja, y más ofende, cuanto más piadoso.
¿Y qué logrará la importuna queja del ofendido corazón celoso? ¡Quién retiene al amor... cuando se aleja!
(Jacinto Benavente)
| | | |
| | | | | | | | | | | | | |