¿Sabes cuál es uno de los signos
más claros de la confianza en uno mismo?
La amabilidad.
Hay que tener verdadera confianza
y seguridad interior para ser amable.
La amabilidad deriva de la fortaleza.
Y contagia a su vez, esa fortaleza a los demás.
Ella expresa cosas que las palabras, solas,
jamás podrían transmitir.
Los actos llevados a cabo con amabilidad
generan resultados más efectivos,
y más rápidamente de lo que habrían sido alcanzados sin ella.
La verdadera fortaleza que la amabilidad conlleva
es realmente difícil de negar.
Si sientes la tentación de ser descortés,
no olvides que optando por un enfoque semejante
estás eligiendo librar una batalla complicada.
Todo el esfuerzo adicional que deberás
poner en juego para evitar ser amable no te aportará,
en última instancia, absolutamente nada.
Opta en cambio por actuar con amabilidad
sincera. Sumarás su fuerza innegable
y positiva a cada uno de tus emprendimientos.
Autor:Gabriel Sandler