No podemos hacer nuestro trabajo espiritual en aislamiento.
Necesitamos a otras personas.
Es más fácil para otros ver cuál es nuestro potencial.
No podemos ver nuestros mejores talentos
porque cuando estamos frente al espejo, vemos sólo la mitad.
No podemos ver nuestras espaldas.
Pero los otros pueden ver todo de nosotros.
Confía más en las personas. Recibe lo que te dicen.
Escondidas en sus palabras yacen las respuestas que estás buscando.
Yehuda Berg
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