Apreciada Roxana
Buenas tardes:hace tan solo unos días me ceptaste en tu grupo y quiero darte las gracias,es una página enriquecedora ,para mi crecimiento personal y espiritual.
Estoy leyendo ese bello diálogo con Dios que dejaste en la capilla de oraciones y que me hacen reflexionar profundamente, y entiendo ese dolor humano de sentirte impotentente ante tantas adversidades que la vida nos presenta en este mundo indolente ,ante las muchas necesidades de nuestros hermanos.
Yo he tenido la fortuna de ver el nacimiento de un hijo,es un momento maravilloso,que cuando se ve y se ayuda a dar la vida ,se entabla una estrecha comunicación con Dios, pero tambíen he pasado por esos momentos de impotencia al no poder hacer nada ante la muerte,trabajé en el área de al salud como enfermera y allí se compartía la alegría ,el dolor físico ,emocional,espiritual y afectivo.
Es verdad que muchas veces cuando hablamos con Dios, nos cuestionamos sobre la injusticia social, las enfermedades, las angustias, el desamor que vemos a diario con nuestros amigos,vecinos seres queridos y todo el que encontramos en el camino que sufren, unos en lo físico,espiritual,emocional y ecónomico, y creemos que no tenemos la forma de ayudar, yo pienso que si podemos ayudar siendo solidarios, ofreciendo siempre una palabra de aliento,y lo más importante la oración,para que nuestro padre Dios nos regale la salud,nos prevea de alimentos,nos bendiga y mueva los corazones de los que tienen recursos y alivien el dolor de los que más sufren,según sus necesidades
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Tambíen podemos unirnos al dolor universal de los que sufren y elevar nuestras plegarias para irnos purificando porque el dolor tambíen es un medio de purificación por el que todos tenemos que pasar.
Todos los días y todas las noches pongo en manos de Dios a los que sufren,y pido por los agonizantes de cada día de cada noche,para que Jesús y María les acompañe en esos momentos de angustia y de batalla en los que hay que partir, y que no queremos dejar a las personas que amamos,así como lo escribe la escritora ELISABETH KÜBLER-ROSS en su libro la rueda de al vida y muchos otros donde nos enseña a tomar conciencia del acompañamiento en el buen morir, y cada uno de nosotros lo podemos hacer desde cualquier lugar del planeta.
Debo felicitarte:eres un ser maravilloso con un corazón generoso , a través de esta página estas haciendo un gran apostolado,colocando en cada situación y en cada día una piedra con cada una de sus obras de misericordia en ese camino del gran encuentro con Dios,porque ves en cada uno de los que sufren el rostro de CRISTO.