Los días son flechas en manos de un arquero.
Una vez que las dejan ir, no pueden ser recuperadas.
Esta verdad deprime a muchas personas que sienten que
han desperdiciado sus años de juventud.
¡Entusiásmate, pues el juego no ha terminado!
Cada día es un día antes de que la flecha se dispare,
y las mejores cosas de tu vida aún te esperan delante de ti,
siempre que apuntes bien hacia tu trabajo espiritual cada día
Yehuda Berg.
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