Como las hojas muertas del otoño que caen inexorablemente en el vacío así lentamente fui testigo de cómo nuestro tiempo en amor vivido caía seco en las sombras del olvido.
De ese ayer que me agita en su corriente afloran los recuerdos de lo emotivo imágenes de momentos felices al tenerte contrarrestan ante el hoy sin paliativo por la cruda realidad que fue perderte.
Confusión de sensaciones que fluctúan en un ánimo de álgida melancolía laxitud que me plasma en tu ausencia se revela con este estado defensivo cuando te pienso a mi lado todavía.
Eso mágico que contigo yo he sentido dejó señas táctiles en mi piel homologada conjunción psíquica que sin escalas aún anida entre mis espacios sensoriales como sello que de ti sigo subyugada.
Como las hojas ocres del otoño que a la deriva impotentes lleva el viento nuestro romance se diluye sin aliento en los aires del final irreparable y la mórbida lucidez que da la nada.