La mayoría de las personas, por no decir que todo el mundo,
están marcadas por la infancia. Por el niño que fueron.
Puede que no se den cuenta, puede que no lo aprecien,
pero están marcados.
Lo que se vivió de niño es algo que no se separa nunca de ti.
Influye en tus actitudes. El niño que fuiste
está ahí dentro, aunque medio asfixiado, pero está ahí dentro.
Y sale cuando menos lo pensamos.
Ana María Matute