A veces es difícil descifrar
cuál es la razón por la que te quiero
pero cuando mis ideas se aclaran
y veo tus ojos en los míos
recuerdo que te quiero por esa sonrisa,
por la manera tan especial con que me abrazas,
por las palabras de aliento
y los besos que con tanto cariño me entregas…
Recuerdo que te quiero por ser mi hermano,
porque no hay nadie que me entienda como tú,
porque no hay nadie que me quiera como tú,
porque tu felicidad es la mía
y mi felicidad es la tuya también.
Recuerdo que te quiero porque estás a mi lado
y me has demostrado lo qué es la amistad,
porque me enseñaste que los ángeles existen
y que uno de ellos eres precisamente tú.
Extraño cada segundo lejos de ti
y valoro aquellos que paso contigo
porque a pesar de que a veces el tiempo es largo
cuando llega el momento de volver
por fin a estar a tu lado
me doy cuenta de que nada ha cambiado.
Y hoy te he visto y he olvidado mis tristezas,
y sólo puedo vivir la alegría que me provocas
porque la espera fue realmente larga
pero la recompensa extraordinaria.
Y entonces sólo puedo pensar
en que me compartes tu felicidad
esas ganas de amar a alguien más,
esa forma de abrazar a tu alma,
y me haces ver de la manera más hermosa
que esta amistad es para toda la eternidad.
Porque me has demostrado que eres único,
que no puedo pedir algo mejor
porque ya no hay nada mejor que tú
y esa alma que vive junto a la mía.
No hay nada que me consuele mejor
que un tierno abrazo tuyo;
no hay nada que me haga más feliz
que no sea la sonrisa de tus labios;
lo único que me hace sentir en el cielo
es saber que me quieres tanto como yo.
Y no existen las palabras para decirlo,
no hay forma de expresar lo que hay dentro
de mi corazón, ese sentimiento que existe
porque tú lo hiciste crecer en él,
porque con tu cariño y tu amistad
lograste que se clavara en mi alma
para que no se vaya jamás.
Y cómo quisiera que no te separaras nunca de mí,
que te quedaras toda la vida a mi lado
y que la distancia no existiera en nuestras vidas,
pero hemos visto que es lo que nos hace valorar
aún más esta gran hermandad.
Y te pido que no te vayas nunca
que aunque no estemos en el mismo lugar
tu alma se quede siempre junto a la mía
que seas mi hermano aquí y en el más allá.
Y me haces capaz de poder soñar
pero también me has enseñado a amar,
no sólo a un hombre como tal,
sino a un hermano que vale mucho más.
Y ahora ya no concibo la vida sin ti
porque eres todo para mí
y sería totalmente imposible sobrevivir
si tú no llegas a estar junto a mí.
Te agradeceré mi vida entera
que seas mi hermano del alma
que me dejes ser parte de tu vida
que me brindes tus palabras
para aliviar a mi corazón
cada que este resulta herido.
Pero si hay algo que nunca olvido
es que eres la esencia de mi vida,
que me quieres tanto como yo a ti,
que eres el ángel que Dios me ha enviado
y que me protege día con día.
Así que sólo me resta decirte gracias
por todo los momentos que me das;
por no dejarme caer en la soledad;
por no ser mi amigo, sino algo más.