Mi cabeza nunca está vacía.
Las ideas locas siempre
danzan en ella.
Por eso tengo miedo,
por eso estoy
siempre asustada.
Miedo de hacer burla
a esa señora tan seria,
al señor presidente.
Miedo de lanzarme de pronto
sobre el marinerito que pasa
y revolcarnos los dos sobre el césped
de Central Park
o directamente sobre la acera.
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