Había una vez cuatro individuos
que se llamaban
Todo el mundo - Alguien - Cada uno - y Nadie...
Había un importante trabajo que hacer,
Y se pidió a Todo el mundo hacerlo.
Todo el mundo estaba seguro que
Alguien lo iba hacer.
Cada uno podía haberlo hecho,
pero en realidad Nadie lo hizo.
Alguien se enojó porque
el trabajo era de Todo el mundo!
Todo el mundo pensó que Cada uno podía hacerlo
Y Nadie no dudaba que Alguien lo haría
Al fin de cuentas,
Todo el mundo hizo reproches a Cada uno
Porque Nadie había hecho
lo que Alguien podía hacer.
MORALEJA
Para no vivir reprochando a Todo el mundo,
Sería muy bueno que Cada uno
haga lo que se debe hacer, sin tener la esperanza
que Alguien lo hará en su lugar,
porque la experiencia muestra que,
cuando se espera a Alguien,
generalmente no se encuentra a Nadie!
CONCLUSIÓN
Voy a enviar este mensaje a Todo el mundo con el fin que Cada uno pueda enviarlo a Alguien sin olvidar a Nadie...