es una nueva oportunidad para aprender a valorar lo que tenemos:
Cada día que tenemos a nuestros seres amados a nuestro lado, es una bendición.
Cada día que tenemos comida en nuestra mesa, es una bendición
Cada día que tenemos trabajo, es una bendición.
Cada día que tenemos un techo donde vivir, es una bendición.
Cada día que tenemos una cama donde dormir, es una bendición.
Cada día que tenemos agua para bañarnos, es una bendición.
Cada día que traes ropa limpia, es una bendición.
Cada día que puedes ver lo que te rodea, es una bendición.
Cada día que oyes toda clase de sonidos, es una bendición.
Cada día que tienes brazos y piernas, es una bendición.
Cada día que tienes salud, es una bendición.
Cada día que tienes como cubrirte del frío, es una bendición.
Cada día que tienes como quitarte el calor, es una bendición.
Cada día que tienes agua para quitarte la sed, es una bendición.
Cada día que tienes quien se preocupe de ti, es una bendición Cada día que tienes amigos, es una bendición.
Unos tienen mas bendiciones que otros, los mas afortunados debemos recordar a los menos afortunados, porque nunca sabemos cuando podríamos ser nosotros los menos afortunados.
Comparte un poco de tanto que tienes y serás mas rico porque habrás aprendido a valorar mas que eres afortunado.
Por eso te invito a llenar tu corazón de gradecimiento a Dios por todo lo que nos ha dado porque las bendiciones las da a quien hace mérito en su corazón para merecerlas.
Nosotros podemos hacer que estas y mas bendiciones sean parte de nuestra vida haciendo merito para hacernos acreedores a una vida buena.
Dios ama a quien lo ama.