Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.
Que mis ojos
sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi
comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y
dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente
con la alegría
y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente
de
la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa,
Señor.
Madre Teresa de Calcuta