Mi amor, si un día marcho en silencio, se tornará vacío tu aliento, llenando tus labios de ahogado llanto, nuestro camino continuarás solo. Despertarás gritando en sueños, entre delirios fríos llamándome aterrado, buscando todo el sentido, a tanto dolor hueco. Emborronada vida con manto negro, que nos posó alejados en diferentes bandos. No amanecerán más mis ojos, y se volverán opacos el brillo de los tuyos, ni oirás mi voz, ni sentirás mis pasos. Quedará todo estancado, el tiempo que tuvimos, y que nos arrebataron. Se pintará tristeza en los rincones, con sombras que no ríen, y que no sienten. Paredes que enmudecen, recuerdos desgarrados y en la oscuridad absurda, solo la soledad queda. Y en cada instancia, creerás verme, burlándome de la muerte, siendo ficción en tu mente. Irrealidad, locura amada. Deseado y ansiado anhelo, que rogarás tenerlo. Mi amor, si un día marcho en silencio, quédate con mis versos, porque serán eternos. No sufras pues mi vida, que mi alma es solo tuya, mi corazón se queda mis besos y caricias, al otro lado esperan. Te amé tanto en la vida, que ni la muerte cruda, podrá borrarte. Y allí donde yo marche, me sentaré a esperarte.
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