Llegó, como una ola a morir sobre la arena, salpicando la brisa del mar, sus mejillas apagadas. Qué triste nace la noche, cuando las estrellas callan, cuando la luna se esconde. Cuántos recuerdos se escapan, cuántas palabras perdidas, y en su soledad grandiosa, no hay más llanto, sólo heridas. Vuelve a morir otra ola, sobre su piel desnuda, y piensa que ya no hay sitio, en este mundo para ella. Qué triste nace la noche, cuando la soledad te cubre con su manto de diamantes. Miró a su alrededor y no recordó su llegada. ¿Qué le ocurría a su vida? ¿Por qué se resquebrajaba? Ya no quiere volar, los sueños se han vuelto opacos, negros como la noche, la noche que nace triste, cuando la soledad te cubre, donde las olas mueren.
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