Intentemos darnos tiempo para nosotras (os) mismos, tiempo para el silencio, tiempo para las parejas si las tenemos, tiempo para los hijos si existen, tiempo para trabajar y disfrutar del trabajo, para cambiarnos sino nos hace felices.
Tiempo para ser protagonistas de nuestras vidas y no victimas de ellas, tiempo para entender que “ser”, tiene menos letras que aparentar. Tiempo para tomar decisiones que nos den libertad del alma y no que las quiten a pasos agigantados.
Démonos tiempos para jugar, para disfrutar, para besar, para amar, para perdonar, para pedir perdón.
Decidamos darnos tiempo para estar con quienes amamos, para usar aquellas cosas guardadas, para usar los espacios de nuestras casas, por pequeñas que sean, en su totalidad.
Tiempo para agradecer, para centrarnos en lo que tenemos y no en lo que nos falta. Tiempo para entender que vinimos a aprender a amar, a dejar huella y para ser feliz.