Esta carta te la escribo mi querido esposo, con las ultimas fuerzas que me quedan después de tener una pequeña riña contigo...Recuerdo cuando nos conocimos lo caballero que eras limpio, elegante, atento educado un hombre como pocos según mis ojos ciegos, y a pesar de tu mala actitud no me daba cuenta de nada y me fui enamorando como loca de ti, dependía de tus caprichos, ya sabes educada a la antigua con moral y con prejuicios, tú para conjugar todo me regalaste ilusiones, miles de estrellas y buenos deseos sin duda me convenciste que eras con quien deseaba pasar el resto de mi vida.
Una tarde toda ilusionada enamorada y vestida de blanco recorrí el Sendero para llegar a ti, con la esperanza que nuestro mundo seria siempre de color de rosa, y llego el tan ansiado “Hasta que la muerte nos separe” todos aplaudieron, tus ojos brillaron ilusa si, sellaste el pacto con Besos de Sangre invisible... Fiesta y solo 2 semanas de vida armoniosa, porque una mañana te enojaste pues tu camisa preferida no estaba planchada, ahí comenzó todo, me golpeaste y saliste apresurado, pense tengo la culpa por no tener su ropa limpia y te perdone; como si nada hubiera pasado a ti por la noche me entregue aun con el cuerpo adolorido.
Este mal trato fue más continuo con la llegada de los niños, pues te incomodaban sus gritos, sí, ni dudarlo corazón eras precavido me golpeabas diciéndome que “Era la forma de demostrarme tu cariño” y yo lo creía, necesitaba hacerlo, porque te amaba y no podía dejarte, la maldita excusa de siempre ¿ Que dirán de mi ? o los niños están Pequeños necesitan a su papá, y siempre te justificaba por no aceptar que era mi cobardía a enfrentar la vida en soledad, por lo que en verdad no te abandonaba, además el juramento y la alianza de que nos separe la muerte ¿ como romperlo ? Si esta vida la había elegido YO nadie me forzó.
A veces tus golpes ya no me dolían fuiste cruel y yo cobarde, hicimos de esto una rutina, me pegabas como para reafirmar jerarquía, tú eres el que manda soy tu mujer y tengo que obedecer, nada ni nadie nos podía separar creo que en lugar de casarnos, no note que para ti fue comprarme para tener sirvienta y prostituta gratis, no una mujer para amar y compartir.
Esta noche me golpeaste como nunca en el vientre, la cara todo el cuerpo y casi me desvanecí, te asustaste y saliste despavorido, yo tome fuerzas de nada y salí a denunciarte ( que tarde ) pues a media calle, esta mi cuerpo inconsciente y mientras me llevan al hospital voy pensando que es verdad, solo la muerte nos va a separar, una promesa que cumpliremos; una muerte que loca y ansiosa en tus manos fui a encontrar y todo por amarte y ser cobarde, no tolerar el ¿ que dirán? Si eso es, ahora llego el fin y veo a mis hijos que lloran les han anunciado mi fallecimiento, no los puedo consolar, y me pregunto ¿ porque no te deje el primer dia que me golpeaste? ellos hubieran sido felices y no tan temeroso de ti y de mi....Ya se va y acaba el sufrimiento ahora lloras he imploras mi perdón, llevando a mi tumba flores como cuando éramos novios ¿ para que ? esas no las quería ni en vida, solo anhelaba tus caricias y tu aceptación, y solo obtuve tus golpes y mi propia humillación.
Te dejo amor mío, por fin la muerte nos separó ( cumpli a cabalidad la promesa) eres libre, solo te pido que ya no golpees a nadie; mi cuerpo y mi alma por fin ya no sienten dolor.
Atentamente:
Tú mujer a la que golpeabas y que por cobarde nunca se defendió.
Autor: Una mujer fallecida
y tu que dices????
texto expuesto por Janiz, que use para este tema tan importante!!
♥.¸.·´`*.-·♥ Si sientes que comienza todo gris...
¡Decídete y llénalo de color!
Cierra los ojos. Respira hondo, piensa claro...
¡Y vive como nunca el día de hoy!
¡Los mejores colores de la vida están siempre dentro de ti mismo♥.¸.·´`*.-·♥
Mi voz es humilde pero llena de fuerza, una voz que pretende ser el grito de todas las Mujeres que están sufriendo la violencia del hombre, esas Mujeres que están siendo menospreciadas por los hombres, las Mujeres que están siendo maltratadas,A las mujeres que no pueden levantar el estandarte de SER Mujer, sin recibir los golpes del hombre.
Nosotras y vosotros, tenemos la obligación de ponerles voz, de animarlas a denunciar y a buscar ayuda Todos hemos nacido de una Mujer ¿quien puede consentir que golpeen a su madre, a su hermana, a su hija….?¡Protejámoslas!
La lucha contra la violencia a la mujer, es un compromiso que todas y todos tenemos que asumir.Pidamos también a los gobernantes que impongan penas más duras, que no queden libres los asesinos de mujeres,que este terrorismo del macho, termine como debe de terminar con la condena perpetua para los asesino.
Y por último, enseñemos a nuestros niños y niñas que el sexo de cada cual, no es motivo de desigualdad aunque seamos diferentes, que ambos sexos deben de tener las mismas concesiones, los mismos respetos y las mismos derechos.
Educar en la igualdad, hará a las Mujeres del mundo más libres.
Hoy traigo en mi garganta, la solidaridad y la esperanza para las familias de estas Mujeres a las que han asesinado y para todas las mujeres que están sufriendo el acoso y maltrato físico y psíquico del hombre, en estos momentos.
Ojalá fuese la última vez que tengamos que llorar por una mujer víctima del salvajismo sexista; una conducta que discrimina, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia y que ha terminado, ya, con la preciada vida de 63 Mujeres en este año.
Es necesario un cambio íntegro en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres, replanteándose los roles sociales.Y este cambio tiene de partir de las personas adultas y ser transmitido a los niños y niñas para que crezcan en la convicción de esa igualdad que tenemos.
Hoy, sale desde dentro, la voz de la poeta, el grito que se desespera en mis entrañas pero también, la esperanza que siempre circunda mi pensamiento.
Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres
“Pitágoras”
PUÑALADAS AL CUERPO Y AL ALMA
Puños apretados, labios fruncidos;
los ojos alerta de asombros y la impotencia…
colgada de un respirar jadeante.
Llegó la furia, creando dolor,
y la nausea apareció, provocada por el llanto.
Siquiera pudo el trigo proteger a la amapola;
violencia del huracán que arrancó,
sus pétalos nacidos de aromas y de sueños
- de sueños rotos-
de embadurnadas miradas que opacaron los silencios
y llenaron de dolencias,
aquel dulce corazón enamorado.
Y, agredida, blande suspiros a la brisa;
son heridas que no curan
son lamentos,
son…
puñaladas al cuerpo
y al alma de una MUJER.
Llegarán tarde las flores ¡Cuántas mentiras, para una sola verdad! silencios de color escarlata, miradas bajas, de ojos hinchados, la garganta estrangulando huellas, Y el corazón… Vacío! Se abre la puerta, la que nunca trae las flores deseadas la que se mira de reojo, sin darse cuenta que tras ella, está la “libertad”.
Y él, sonríe, sonríe y golpea con los puños, con las palabras, con el desprecio; mientras “Ella”
espera rosas, temblando de miedo.
Mas, él, nunca ahorcará sus hábitos, y sus flores llegarán,
para acompañar la esquela que su vida de MUJER va escribiendo.
Un bonsái no es un árbol que no crezca, es un árbol al que se le impide crecer, al que se le van podando ramas, cortando raíces, manipulando su crecimiento natural, a capricho absoluto de su cultivador. Pero al mismo tiempo, se va regando y cuidando con esmero para mantenerlo, porque el verdadero placer es que crezca bajo el control de sus manos y de su imaginación. Y así obtiene “su obra”. Es decir, la misma persona que va “destrozando” la planta es la misma persona que le permite que siga viva.Profesor psiquiatra forense Lorente Acosta (El efecto Bonsai)
¿Sientes que es imposible dialogar con tu pareja acerca de lo que te molesta?
¿Te critica, humilla, y destruye tu autoestima con frecuencia?
¿Te ridiculiza cuando te expresas?
¿Te aísla de los amigos, familia, y grupos?
¿Te limita el acceso al trabajo, dinero, o recursos materiales?
¿Te ha robado? ¿O se ha endeudando dejándote a ti la responsabilidad de cubrirlas?
¿Sientes que tu relación con él tiene muchas subidas y bajadas entre sentirle como alguien muy cercano y muy lejano?
¿Te has sentido alguna vez obligada a tener sexo, sólo por evitar discutir por ello?
¿En ocasiones te sientes atrapada en la relación?
¿Alguna vez ha tirado tus pertenencias, destruido objetos, o amenazado a tus mascotas?
¿En ocasiones sientes miedo de tu pareja?
Si has dicho sí a varias de estas preguntas es para preocuparse, son los síntomas del maltrato emocional.
¿Cómo puedo identificar si me está ocurriendo a mí?
La persona que abusa de ti puede:
Ignorar frecuentemente tus sentimientos.
Te ridiculiza en lo que más valoras, como en tus creencias, sexo, sexualidad, habilidades, edad, apariencias, u orientación sexual.
Te ridiculiza o insulta por tu religión, raza, familia, clase social, o idioma.
Se abstiene de aprobar lo que haces, mostrar aprecio, o afecto.
Constantemente te critica, te insulta, y te grita.
Te humilla en privado o en público.
Se niega a socializar contigo.
No te permite trabajar, controla el dinero, y toma todas las decisiones.
Intenta evitar que veas o hables con familiares y amistades.
Frecuentemente te amenaza con marchar o te dice que te marches.
Te manipula con mentiras y contradicciones.
Se comporta de manera amenazadora.
Utiliza expresiones faciales y/o posturas corporales para intimidarte.
Te acusa de infidelidad.
Utiliza un lenguaje sexualizado.
Abusa verbalmente de los niños o mascotas del hogar.
¿Cómo saber si necesito ayuda?
Puedes necesitar ayuda si:
Dudas de tu propio juicio o te preguntas si estás loca.
Tienes miedo de tu pareja y expresas tus opiniones con menor frecuencia, y menor libertad.
Tienes miedo de los demás, y tiendes a verlos con menor frecuencia.
Te tomas tu tiempo para evaluar cuidadosamente los estados de ánimo de tu pareja antes de tratar un tema.
Tienes que tener mucho cuidado cuando estás con otra gente, y tiendes a estar hipervigilante durante su presencia.
Pides permiso para gastar dinero, tomar clases, o para salir con amigos.
Has perdido confianza en tus habilidades, te vuelves depresiva, te sientes atrapada e impotente.
Descubres que tus hijos están siendo negativamente afectados por el abuso. Por ejemplo, se aíslan, vuelven agresivos, tienen pesadillas, o les va mal en el colegio.