Una copa más y me marcho La noche es densa y el cuarto creciente se esconde cauteloso detrás de las nubes. Aunque en verdad, poco me importa, pues aprendí a caminar como un ciego entre las sombras, esquivando barricadas y tumultos. A entretenerme con el ruido de mi respiración lenta y el silencio de tu recuerdo largo ¿Que más da trasladarte conmigo? Tu amor es un sudario contundente, adherido tenaz en mi memoria Es un cuello de vidrio raspando las horas en mis relojes maltrechos de entusiasmo Una copa más y me marcho a navegar por los ríos del sueño entre las pirañas negras que desgarran el tacto de la aurora y someten las faldas milenarias de la luna. Me voy a navegar sobre el asfalto entre piratas que hacen acrobacia en una esquina y niños que venden miseria con su rostro. Entre putas que lloran a escondidas y madres que deambulan sin sus senos. Si al fin y al cabo, la muerte está allí rondando los rincones de todo Buenos Aires Y tu te exiges en seguirme sin saberlo y te empeñas en matarme sin venenos Una copa más, amor mío, y me marcho La noche es densa y sus ojeras comienzan a llorar sobre tu nombre.