EL DULCE
MILAGRO
¿Que es esto? ¡Prodigio!
Mis manos florecen. Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen. Mi amante
besóme las manos, y en ellas, ¡oh gracia! brotaron rosas como
estrellas.
Y voy por la senda voceando
el encanto y de dicha alterno sonrisa con llanto y bajo el milagro de mi
encantamiento se aroman de rosas las alas del viento.
Y murmura al verme la gente
que pasa: "¿No veis que está loca? Tornadla a su casa. ¡Dice que en las
manos le han nacido rosas y las va agitando como mariposas!"
¡Ah, pobre la gente que
nunca comprende un milagro de éstos y que sólo entiende Que no nacen rosas
más que en los rosales y que no hay más trigo que el de los
trigales!
Que requiere líneas y color
y forma, y que sólo admite realidad por norma. Que cuando uno dice: "Voy
con la dulzura", de inmediato buscan a la criatura.
Que me digan loca, que en
celda me encierren que con siete llaves la puerta me cierren, que junto a
la puerta pongan un lebrel, carcelero rudo carcelero fiel.
Cantaré lo mismo: "Mis
manos florecen. Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen". ¡Y toda mi celda
tendrá la fragancia de un inmenso ramo de rosas de Francia!
Juana de
Ibarbourou
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